La Cueva de las Mujeres, el sitio espeleológico más visitado de Rumanía
La Cueva de las Mujeres (Peștera Muierilor) es el yacimiento espeleológico más popular de Rumanía, conocido por sus impresionantes formaciones calizas. Los visitantes pueden maravillarse ante las impresionantes estalagmitas, estalactitas y columnas que cuelgan del techo de la cueva o se elevan desde el suelo. Algunas de estas formaciones son tan antiguas que se han fusionado, creando imponentes pilares que llegan hasta el techo.
Situada en el balneario de Baia de Fier, en el condado de Gorj, la Cueva de las Mujeres fue la primera cueva de Rumanía en ser electrificada, lo que la convirtió en un popular destino turístico. La cueva fue excavada en la roca por las rápidas aguas de un río que fluye por el centro de la localidad.
Aunque la cueva está situada 40 metros por encima del fondo del valle, sólo el nivel superior está abierto a los visitantes. La galería horizontal, de 940 metros de longitud, está electrificada y se ha diseñado para que los visitantes recorran toda la anchura de la franja caliza. La cueva también presenta una red de divertículos de difícil acceso, lo que eleva su longitud total a 1.228 metros.
Algunas de las galerías más llamativas de la cueva son la Galería de los Electricistas, la Sala del Altar, la Galería Turística, la Sala Turca, la Galería de las Maravillas, la Sala del Guano y la Galería Musteriense. Además de estas impresionantes formaciones, la cueva es famosa por el descubrimiento de fósiles humanos de los primeros tiempos modernos (de unos 35.000 años de antigüedad), artefactos paleolíticos y numerosos fósiles de osos de las cavernas, leones de las cavernas, hienas, lobos y herbívoros que habitaron la región hace unos 40.000 años. Estos restos están expuestos en una de las galerías de la cueva.
En los meses más fríos del año, los afortunados visitantes también pueden avistar un gran número de murciélagos de cuatro especies diferentes que se congregan en la cueva. Se refugian en la temperatura constante de 9-12oC y en la oscuridad.
El nombre de la cueva, "Peștera Muierilor", está respaldado por dos leyendas. Según una de ellas, en el pasado, cuando los hombres sanos iban a defender el país de los invasores, las mujeres se apresuraban a llevar a sus hijos y ancianos a refugiarse en la cueva, que sólo ellas conocían, donde se ocultaban hasta que pasaba el peligro. La segunda versión afirma que el nombre de la cueva se debe a que, en los días secos de verano, las mujeres se sentaban a hilar en la boca sur de la cueva, donde el aire que salía del interior las aliviaba de su trabajo de hilado. A menudo se aventuraban en el interior, donde remojaban el lino y el cáñamo en los estanques de agua.
En general, la Cueva de las Mujeres es un destino de visita obligada para cualquier persona interesada en la espeleología o la historia prehistórica de Rumanía.