Novaci, la base de la tradición en la zona pastoral de Oltenia.

Muchos rumanos que oyen hablar de la zona pastoral de Oltenia piensan en Novaci. Aquí, al pie del monte Parâng, donde la Transalpina inicia su viaje hacia las montañas, vivían tranquilamente los pastores de Mărginimea Sibiului hasta 1918. En el pasado, cuando no había turismo ni tala de árboles, los habitantes de Novaci vivían en un lugar que fácilmente podría calificarse de asentamiento olvidado. Hoy en día, cada vez más turistas apasionados por las zonas montañosas y las costumbres, tradiciones y hábitos acuden a Novaci. Muchos de ellos no saben dónde mirar primero ni qué paisaje disfrutar más.

En "România pitorească", de Alexandru Vlahuță, encontramos una descripción de Novaci tal y como era a finales del siglo pasado: "Hacia el mediodía, entramos en Novaci - un pueblo interminable, situado al pie de las montañas, en el hermoso valle del río Gilort. Casas blancas, cubiertas de paja, se levantan aquí y allá, diseminadas entre huertos. El río Gilort fluye por el centro del pueblo, poniendo en movimiento molinos, norias y engranajes, cuyo rumor resuena en la arboleda de álamos que se extiende a lo largo del río".

Antes de que se asfaltara Transalpina, los turistas y residentes de Novaci accedían a los montes Parâng a través del valle de Gilort, pasando por las gargantas de Gilort. Solo llegaban a la estación de Rânca tras dejar atrás el monte Dâlbanu. Desde el verano de 2014, cuando las fuertes inundaciones destruyeron parte de las gargantas y la carretera que serpenteaba entre las rocas, la única vía de acceso a Rânca es la carretera Transalpina, que pasa por Plaiul Novacilor, cerca de Dealul Scărița, y por las montañas de Cerbu, Plopu, Florile-Albe y Corneșu. En el pasado, sólo los pastores se aventuraban desde allí a los altos pastos de Parâng para vigilar la aldea de Novaci.

"La subida de las ovejas a la montaña", la fiesta de los pastores de Novaci

Sin ser una fiesta religiosa, "La subida de las ovejas a las montañas" es el día dedicado a los pastores de Novaci. Se celebra el tercer domingo de mayo, en el bosque de Hirișești, cerca de la fiesta religiosa de los Santos Constantino y Elena. Esta fecha es considerada propicia por los lugareños para subir los rebaños de ovejas a las montañas.

En 1968, las autoridades locales quisieron organizar un acto en honor de los pastores. Al principio, se llamó simplemente "El Día de los Pastores". Con los años, el acontecimiento ha ido ganando fuerza y ha pasado a llamarse Festival de la Canción y el Traje de Pastor "La Subida de las Ovejas a las Montañas". La fiesta lleva consigo una antigua costumbre del pueblo de Novaci, la trashumancia. Tras pasar largas noches de invierno en las llanuras de Bărăgan o Banat, bajo ventiscas, tormentas de nieve y lluvia, los pastores regresan a Novaci, celebran su día y luego se dirigen lentamente hacia los verdes pastos de las montañas. El camino entre Novaci y Parâng se llama también el antiguo camino de la trashumancia. Las ovejas recorren los senderos de montaña durante todo el verano, hasta que a finales de otoño llega la nieve.

El folclore, el mayor tesoro de Novaci

El folclore de Novaci incluye canciones, bailes, gritos y trajes de pastor. En los pueblos de pastores pertenecientes a Novaci, a la izquierda del río Gilort, los turistas aún pueden oír el antiguo lenguaje de los ancianos, con palabras como "văruță" (primo), "soriță" (hermana pequeña), "dodă" (madrina), "coană" (tía), "țață" (padre) o "leliță" (doncella) que se utilizan constantemente en el habla. Los interesados también pueden conocer las leyendas de Novaci, ya que casi todos sus habitantes conocen historias fantásticas.

Las canciones que forman parte del folclore, ya sean de Oltenia o de Transilvania, tienen la función de transmitir mensajes antiguos a los oyentes. Las canciones de pastores de la zona de Sibiu y de la zona de interferencia de Novaci transmiten información increíblemente detallada sobre la vida de los pastores que se han ido a las montañas y la vida de las mujeres que se han quedado en el pueblo para ocuparse de los hogares. Los gritos también tenían un papel interesante. Para mostrar su alegría por estar presentes en la hora (baile tradicional) que se tocaba todos los domingos en el centro del pueblo, los habitantes de Novaci utilizaban gritos adaptados a los distintos ritmos de la música.

P.D: Si quiere saber más sobre la música tradicional, los trajes de pastor o las leyendas, no dude en visitar la ciudad de Novaci. Para los indecisos, nosotros, el equipo de TransaTravel, podemos proporcionar información. Tenemos textos sobre todo. Los curiosos sólo tienen que venir a Novaci o pedirnos información que les convencerá de visitar cuanto antes la tierra de los pastores de Gorj.